lunes, 18 de enero de 2016

Mi memoria y YO!

Hoy en la mañana me levante corriendo por todos lados, recogí el uniforme de mi Sebas, repartí órdenes a mi somnoliento esposo que por toda repuesta se metió en la ducha, solo abrió la puerta para pedir un bóxer, le di el que menos me gustaba, me enojé,  después de que se fueron me quede con el trabajo habitual de la casa, que hice con desgana, me puse mis deportivos y salí a caminar con mi Pedro José, había polvo ¡Ya no se puede respirar aire puro en ningún sitio!  Limpié el patio de juegos que estaba al tope de la mugre y me metí en la ducha cansada hasta la medula, como si hubiera trabajado toda la noche, entonces reaccioné, me acorde de lo mucho que reniego de los quejumbrosos, hombres trabajadores y aburridos quejándose de sus esposas alcohólicas, mujeres con 3 hijos y cuerpo de gimnasio, que se quejan por no poder usar biquini (estrías), mujeres resentidas en Facebook que se ponen a discutir, por qué ser madre conlleva un sacrificio sobrehumano que no se compara ni a romperte 30 huesos. Gente resentida, gente amargada a la que definitivamente quedé ligada esta mañana.
Entonces me dije a mi misma, es un hermoso día para andar buscándole las costuras, es un hermoso día, mis dos pequeños están sanos y felices, aunque la profesora del Sebas me diga que se niega a obedecer, tengo que agradecer lo feliz que me hace este enano ocurrido y terriblemente conveniente a su favor, tengo que agradecer los dos dientes de mi Pedro José, y sobre todo tengo que agradecer que el compañero que elegí para mi vidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
MIE$#%”#%”#$%” hoy es mi aniversario carajo! Y no me acorde, soy del 1% de mujeres que se olvidan su propio aniversario,santo, cumpleaños, 14 de febrero,  no saben qué color es el coral, turquesa, no se distinguir izquierda ni derecha,  y no sé qué otras cosas tan femeninas que en mi triste adolescencia llegue a dudar de mi propia feminidad. Mi esposo me dijo el viernes pasado – El lunes salimos a comer burrita, yo que hice, dije “bueno” mi palabra favorita hoy por hoy, porque resuelve un millar de chinchullos.
Pero no se me ocurrió pensar que hoy hace tres años estaba en la peluquería haciéndome honditas, para verme preciosa con mi velo de novia, que era un sueño hecho realidad. Ni que me estresaba en el alma que el carro de novios no llegó a verme a tiempo (¡Estebitan me debes un chocolate!),  y llegué a la iglesia como debía ser, en el vitara rojo de mi papi, mi amor,  quien me ha llevado de su brazo desde que tengo memoria, y me acompaño hasta ese altar, tan querido por mí, donde recuerdo claramente la prevención del sacerdote, ante los peligros de la rutina.
 Hace tres años baile “Esto es Vida” de mi querido Robi, con mi  flamante esposo, que se veía tan guapo en su traje, ¡Dios mío, me tocó a mí!, recuerdo lo feliz que fui al llegar a la recepción y ver a toda la gente que quiero, aplaudiendo por nuestra felicidad, recuerdo la primera canción que bailamos, creo que tal vez debimos conversar sobre el nivel de romanticismo de “La cumbia es una hembra que salió del mar”, con el director de la orquesta, pero en fin, me divertí mucho. Hace tres años me despedí de mi familia,  con abrazos, besos, risas y llantos y comencé esta vida con el hombre que amo.
Hemos hecho tantas cosas, hemos visto nacer a nuestros bebes, los bautizamos por las razones que ambos sabemos y compartimos, cambiamos el carro, sufrimos por plata y la disfrutamos también, hemos hecho sacrificios por mejorar nuestra educación, hemos peleado y nos hemos lastimado, y sin embargo nos hemos curado el uno al otro por este amor, que no será el más ejemplar, el más romántico, el más justo,  pero es lo mejor que me ha pasado, porque gracias a él, hoy me siento inmensamente feliz, de haber avanzado en pasos agigantados hacia la felicidad.
Gracias amor,
Perdona mis faltas,
Mis lágrimas sin sentido,
Mis gritos y mis sinrazones,
Borra todo eso y recuerda que te amo,
Siempre tuya,

Pauli

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