jueves, 19 de marzo de 2015

Volver,

Hace un tiempo que no escribo en mi Blog y la verdad lo he extrañado, he extrañado en general escribir, porque creo que he usado como excusa mi vida ocupada para no darme cinco minutos para escribir unas letras, aunque sean pocas, ya que acontecimientos no me han faltado.
Como pasa siempre que las mujeres nos convertimos en Madres, centramos nuestra existencia en esos pequeños seres que llegan para poner nuestro mundo, tal como lo conocíamos en la basura y regalarnos uno nuevo lleno de popo, pipi, abrazos y besos babosos (los mas ricos que he probado hasta ahora... y he besado bastante!).
Los bebes te enseña a ti y a tu pareja a aprovechar el tiempo, concentrarte en lo que haces y hacerlo bien, por ejemplo, si quiero ir al baño es admirable la velocidad con la entro y salgo directo a tomar la toalla, secarme las manos y ponerme alcohol, o si me siento cariñosa con mi esposo me tomo 15 minutos del sueño de mis hijos para demostrarlo y si no lo logro, después de darles la teta o cambiarles el pañal, me doy una ducha bien fría, asunto arreglado.
Los niños te enseñan que el único plan aceptable para ellos es la incertidumbre.
Mi plan de hoy era acostar a los niños pronto para cenar con mi esposo el delicioso "pollo a la coca-cola" que hice, ninguno durmió hasta casi media noche, pero en ese trayecto de cargar un bebe ,mientras trato de comer una arepa con guacamole, (si, leyeron bien, arepa colombiana frita con guacamole mexicano ¡Delicioso!) pude escuchar la historia de un gato que se cayo del tejado de la preciosa boquita de mi pequeño Sebastián que parece hablar el idioma de los Minions, pero a buen entendedor, pocas palabras, o sílabas ¡Da igual! 
También le hice Bailar al Pedro José frente al espejo para morir de gusto con sus carcajadas, supongo que en su corta percepción del mundo, siente felicidad al ver a un pequeño bodoque gritar de alegría frente a él.
 Y es así, que cuando al fin los acostamos, nos sentamos en la cama esperando que los bebes terminen sus biberones, entonces a mi esposo le dio por darme un largo beso.
Sentí entonces una paz comparable a la que habrá sentido Dios al terminar de crear el mundo en 7 días... "Y vió que era bueno"


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